Rutina de limpieza para mamás ocupadas

Antes de estar embarazada, yo juraba que tenía un control impecable del desorden en mi casa. En mi mente, todo estaba siempre limpio, listo para recibir visitas sin previo aviso. Incluso con cinco gatos, me sentía orgullosa de mantenerlo “suficientemente” limpio. Y aunque tenía un cuarto extra donde amontonaba todo lo que no encontraba dónde poner, para mí, todo estaba “en su lugar”.

Pero me embaracé… y de pronto, era como si mis ojos tuvieran un radar para detectar suciedad y peligros potenciales. Mi casa, antes inmaculada ante mis ojos, se transformó (solo en mi percepción) en un pantano de polvo y desorden. La realidad es que nada había cambiado: simplemente, mi rutina me había vuelto ciega a esos detalles que se acumulan con el tiempo.

En cuanto tuve energía, me puse manos a la obra. Organicé, limpié a fondo y pasé buena parte de mi embarazo deshaciéndome de todo lo que solo ocupaba espacio y juntaba polvo.

Cuando el bebé llegó a casa, entendí que mantener ese estándar de limpieza sin pasarme el día entero en ello iba a requerir estrategia. Así nació mi rutina de limpieza exprés: lo justo y necesario para que la casa se sintiera fresca y ordenada, pero sin que me robara todo mi tiempo. El apoyo de mi pareja fue clave para repartir las tareas y no sentir que cargaba con todo.

No sé si tu casa sea como la mía, pero creo que esta forma de organizarme puede ayudarte a dar el primer paso.

Primero: yo amo las listas (sí, incluso hago listas de listas). Es una excelente forma de empezar: anota todas las tareas del hogar y clasifícalas según la frecuencia con la que necesitan hacerse. Puedes hacerla tan detallada o tan breve como quieras.

Segundo: con la lista en mano, llama a tu pareja (si tienes) y dividan las tareas. Elijan un día o varios de la semana para hacerlas y traten de no sobrecargarse: 2 o 3 tareas por día es suficiente. El objetivo es mantener el orden sin agotarte, dejando tiempo para lo demás que importa.

Aquí te dejo un ejemplo para que armes tu propia lista:

Tareas diarias:

  • Lavar los platos

  • Barrer o aspirar

  • Tender la cama

Tareas semanales:

  • Cambiar sábanas

  • Limpiar baños

  • Sacudir muebles

Tareas quincenales:

  • Lavar el coche

  • Barrer la cocher

  • Lavar toallas

Tareas mensuales:

  • Lavar cortinas

  • Limpiar el refrigerador

  • Limpiar los alfeizares de las ventanas

Tareas semestrales:

  • Organizar papeles acumulados

  • Lavar sofás y almohadas

Y para terminar, ayúdate de un calendario al principio mientras te acostumbras a esta nueva rutina (después de unas semanas te va a salir natural).  Aquí te dejo un ejemplo de cómo podría verse nuestra lista aplicada a un calendario:

Calendario mensual colorido con diseño simple, que incluye cuadrados grandes para cada día donde se pueden hacer anotaciones. Los días de la semana están en la parte superior con letras mayúsculas en negro sobre fondo blanco. El calendario tiene un estilo limpio y funcional, ideal para mamás organizadas que desean planificar sus actividades diarias con espacio suficiente para notas. Muestra un ejemplo de como organizar las tareas de limpieza en el mes.


En este ejemplo, cada lunes cambiamos las sábanas, cada viernes, sacudimos los muebles  y cada 2 semanas, lavamos el coche, y barremos la cochera. Cada primer domingo del mes, lavamos las cortinas, además cada último domingo del mes, aprovechamos para hacer la limpieza del refrigerador. 

Recuerda: el objetivo no es tener una casa de revista, sino un hogar cómodo donde tú y tu familia puedan vivir y disfrutar… sin que la limpieza te robe la paz mental.

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